Plan Anual de Centro

Querida Comunidad Educativo-Pastoral:

Al comenzar la presentación del Plan anual de centro para este curso 2019-2020, permitidme que os salude cordialmente a todos. A la vez, reitero mi acción de gracias por todo lo que estáis haciendo por desarrollar y hacer realidad el sueño de Don Bosco en esta Casa Salesiana de Pozoblanco.

Elaborar el Plan anual de centro significa plasmar en un papel nuestra realidad y, sobre todo, nuestro deseo de seguir avanzando en la misión educativa y pastoral que todos tenemos encomendada. Ya sabéis que el papel no refleja todo lo que se vive en este Centro, pero sí nos tiene que ayudar a fijar con claridad el rumbo a seguir. Al mismo tiempo que seguimos potenciando nuestras fortalezas, no podemos dejar de crecer y seguir mejorando nuestra oferta.

Somos uno” es el eslogan que va a guiar nuestros esfuerzos en estos dos próximos cursos 2019-2021. Creo que es bueno partir de la idea de que en el Centro es mucho más lo que nos une que lo que nos separa, y estamos convencidos de que el momento presente pide a todos un profundo sentido de pertenencia y un compromiso firme con los jóvenes que tenemos encomendados, vuestros hijos y nuestros alumnos.

Don Bosco descubre la importancia de crear una familia que, trabajando unida y siguiendo la voluntad de Dios, construye una casa que acoge a cada persona en su individualidad, una escuela que establece procesos de crecimiento integral, una parroquia que toca el corazón desde el Evangelio y un patio en el que se palpa la unidad.

Por eso, estas líneas de presentación del Plan anual de centro son una llamada a unirnos en la misión que el buen Dios nos ha encomendado a todos los que formamos la comunidad educativo-pastoral de esta Casa: ser signos y portadores del amor de Dios. Y en ello tenemos que empeñarnos todos, cada uno desde su servicio particular y especial. El modo de estar y realizar esta misión es tan importante como el resultado de la misma. Esa misión no es posible realizarla sin entrar en una franca y amplia colaboración con los otros en todos los ambientes y ámbitos de nuestra casa. No tengamos miedos ni pereza.

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Jn 17, 21-23). ¡Ánimo y adelante! Si trabajamos juntos conseguiremos todo lo que se recoge en este Plan. Estamos convencidos de que Dios y María Auxiliadora nos guiarán.

¡Disfrutad de un buen curso!

Manuel del Rosal Guzmán, SDB (Director titular de Salesianos San José).